Hay procesos de duelo que son minimizados o silenciados, a veces por los otros, a veces por nosotros mismos.
El duelo es un camino para ser transitado después de las pérdidas, no podemos estacionarnos mucho tiempo en él, pero sí podemos avanzar a nuestro ritmo, no al que nos impongan. El duelo es sanador y reparador. Es un proceso que reclama ser vivido y habitado.
El cambio de ciudad, o de casa, la muerte de una mascota, la amiga que se fue a vivir lejos, los abortos espontáneos en sus primeras semanas, el cambio de empleo, el rechazo en un proyecto, son duelos que se minimizan y se intentan tapar.
Escucharás a la gente decir:
-Piensa que todo pasa por algo.
-Agradece lo nuevo que tienes.
-¡No estés triste! era solo una mascota y tienes muchas cosas que agradecer.
-¿Triste por cambiarte de casa? Al contrario, qué buena oportunidad.
-Ánimo que es solo una amiga, aquí hay muchas otras.
-Oye qué bueno que tenías pocas semanas de embarazo, ni siquiera estaba bien formado el bebé.
Sí, la gente es cruel, pero no desde la conciencia, es cruel creyendo que sus palabras son aliento, porque nos han hecho creer que la tristeza, la melancolía y el enojo son emociones que no podemos permitirnos, y que siempre es un estado del cual hay que salir cuanto antes posible.
No guardes las lágrimas porque son capaces de limpiarte el alma.
No te avergüences de tu enojo, porque aparece para recordarte tu impotencia y tu incapacidad de controlarlo todo.
Habita la melancolía porque te recuerda que hay que atesorar ciertos momentos.
Volverás a ser capaz de abrazar la luz del sol nuevamente, mientras tanto, atraviesa el duelo, valídalo tú cuando otros no lo hagan, y sólo recuerda que el proceso es transitorio, cuando te sientas sin recursos ante ello, pide ayuda profesional.
El duelo es también aprendizaje sobre nosotros mismos y sobre los demás, es necesario para crecer, para reconstruirnos y a veces incluso para redefinirnos: ¿Quién soy ahora después de esta pérdida?
y qué importante y sanador es saber que en cada lágrima, y hay también espacio para la renovación.
