¿Historias a fuego lento o, por el contrario, historias breves pero tremendamente intensas?
Sin decantarme entre una opción u otra, tan sólo voy a referirme a nuestra capacidad de sentir, a lo que nos provoca y a cómo nos transforma; a cómo surgen emociones sin esperarlo y de manera espontánea. A veces, por la persona indicada, y otras veces por quien no te conviene o por quien no se lo merece, incluso, por quien NO TE CORRESPONDE.
Sentimientos que ojalá pudiésemos comprar y vender y utilizar a nuestro antojo, o mejor dicho, a nuestra conveniencia. En lugar de eso, nos la pasamos en un sin sentido constante que nos mantiene en tierra de nadie.
Algunos lo llaman masoquismo o malas decisiones, yo prefiero llamarlo atrevimiento, porque siempre será más fácil negarse a sentir que sentir sin miedo. Y yo me niego a no averiguar el final.
Historias que te levantan los pies del piso.
- Que te hacen llorar, pero también reír a carcajadas.
- Que te hacen gritar, de dolor y de pasión
- Que te sacian la sed, desde el sexo hasta un beso en la frente.
- Que te desestabilizan y te calman a partes iguales, porque nunca encontraste mejor refugio que ahí, en su cuello, mientras su olor invade tu nariz y activa cada uno de tus sentidos.
- Que esos cinco minutos para sólo darte un abrazo te hacen más feliz que una semana entera de convivencia.
- Que un “necesitaba verte” supera al tradicional “que tengas buen día, nos vemos a la noche”.
- Historias en las que el corazón va tan rápido que hace perder la noción del tiempo, y ya no hay horas en el reloj, ahora son minutos de gloria.
- Historias que nunca debieron empezar y, en cambio, otras historias que no debieron terminar nunca.
Yo ya sé cuál es mi historia favorita.
¿Cuál es la tuya?
Ya no estás más a mi lado, corazón
En el alma solo tengo soledad
Y si ya no puedo verte
¿Por qué Dios me hizo quererte
Para hacerme sufrir más?
Siempre fuiste la razón de mi existir
Adorarte para mí fue religión
Y en tus besos yo encontraba
El calor que me brindaba
El amor y la pasión
Es la historia de un amor
Como no hay otro igual
Que me hizo comprender
Todo el bien, todo el mal
Que le dio luz a mi vida
Apagándola después
Ay, qué vida tan oscura
Sin tu amor no viviré
Luz Casal.
Quiero que mi erotismo se mezcle con el amor. El amor profundo que uno no experimenta a menudo.
Anaïs Nin.